sábado, 30 de julio de 2011

Cuarentaidosavo Capítulo.

Cuando terminamos, ya eran casi las nueve. Bleik quiso acompañarme a mi casa. 
Cuando llegamos.
-Gracias por acompañarme Bleik.
-De nada Mel. 
Los dos Sonreímos. 
-Bueno.. Creo que mejor me voy hiendo. 
Dijo Bleik.
-Vale.. 
-Hasta mañana ¿no?
-Si.. Hasta mañana.
Le Contesté.
Le di un beso en la mejilla, y entre a mi casa.
Quería decirme algo, pero cerré antes de que pudiera abrir la boca.
Corriendo subí a mi habitación y me cambie de ropa. Me desvestí y me puse cómoda para estar en casa. Baje las escaleras y fui a donde estaba Sebastián. Me dirigí a la cocina.
-Hola Sebastián.
-Buenas noches señorita Melina. ¿Como se lo a pasado?
-Muy bien.
Dije Sonriendo.
-Pero bueno. ¿Todavía no han llegado ni Mamá ni Papá?
-No, Su Madre llamó hace un rato diciendo que llegaría sobre las once o doce, y de su padre no se nada.
-Bueno. No importa Sebastián gracias. 
-¿Va ha cenar?
-No, gracias pero no. Me voy a mi habitación.
Subí las escaleras y me fui otra vez a mi habitación. 
Allí estuve un rato Pintando. 
Mientras Pintaba, Creisi se subió encima mía. 
-Creisi. Jajaj.
Ella me miraba.
-Mmm. Ven aquí chiquitina. 
Cogí a Creisi y la puse en una Silla enfrente mía. 
-Que date hay quieta. 
Creisi me obedeció.
Y empezé a dibujarla. Le estaba haciendo un retrato.
-Termine. 
Jaja me había quedado genial. 
-¿Que te parece? 
Le dije a Creisi, enseñandole el retrato. 
Empezó a sacar la lengua y mover el rabo. Por lo que creo que le gusto. 
Deje que se secara la pintura. y lo colgué en mi habitación. 
Valla el tiempo se me fue volando ya eran casi las once. 
En ese momento sonó el timbre de la puerta. 
Baje corriendo las escaleras, fui ilusionada haber si eran mis Padres, ya que desde que se les acabaron la semana de vacaciones, apenas les he visto por la casa. 
-Sebastián abro yo.!
Le dije Gritando para que me escuchara.
-De acuerdo Señorita.
Me dijo desde la cocina. 
Cuando abrí la puerta me lleve una grata sorpresa. 
No eran mis padres los que llamaban, era Bleik.
-¿Bleik? ¿Que haces aquí?
-Veras.. Tenía que decirte una cosa.
No se lo que me tendrá que decir, pero tiene la mirada perdida. No creo que sea una buena noticia. 
-Bleik, es muy tarde. Me lo dices mañana ¿Si?
-Mel, es muy importante. 
-Pues me lo dices mañana a primera hora. Pero ahora no puedo.
-Mel, Por favor es importante.
-Lo siento Bleik. Mira mañana por la mañana vienes, y vamos juntos al colegio y mientras caminamos me lo cuentas todo ¿Vale?
-Bueno.. esta bien. 
-Hasta mañana. 
Le sonreí. 
Aunque Bleik tenía la mirada perdida. Solo me miraba con cara de pena y no sonreía. 
Cerré la puerta poco a poco. 
Me senté en uno de los escalones de la escalera. Y ahí me puse a pensar ¿Que seria para que Bleik estuviese así?
La verdad no llegaba a pensar que fuera algo bueno... Algunas lágrimas se me saltaban de los ojos, solamente porque yo pensaba que pudiera ser algo malo.
-Señorita ¿Que le pasa?
Me pregunto Sebastián.
-Oh!.
Corriendo me limpie las lágrimas.
-No, no me ocurre nada Sebastián, tranquilo. 
Le dije sonriendo. 
-Bueno. Si necesita hablar de algo estaré arriba. 
-Gracias.
Sebastián subió las escaleras y se dirigió a su habitación en la tercera planta.
Creisi bajo corriendo. Y se puso a mi lado. Empezé a acariciarle como a ella le gusta detrás de la oreja y pensé en mis cosas. 
Al rato volvieron a llamar a la puerta. 
Fui a abrir.
-Papá, Mamá! 
Dije sonriendo.  y Corriendo fui a abrazarles. 
-Mel! Jajaj ¿Que te pasa? ¿Y ese abrazo? 
Decía mi Madre desconcertada pero feliz.
-Melina hija. ¿Que quieres ahora?
Dijo mi padre, sonriendo.
-Nada. Solamente que hace mucho que no os veía y os extrañaba. 
-Oh! Melina que tonta eres.
Dijo mi madre dándome un beso en la frente. 
Mientras entraban a la cocina y dejaban ahí sus cosas, mi padre quería decirme algo. 
Nos sentamos los 3 en la mesa de la cocina y empezamos a hablar. 
-¿Que pasa papá?
-Hoy mientras veníamos a casa, hemos visto a tu amigo. El que te salvó de aquel secuestrador.
Me dijo.
-A Bleik. ¿Si y? Hoy ha venido ara media hora a decirme algo pero como era tarde le dije que viniera mañana.
Le conteste. 
Mi madre estaba callada y con la cara larga. 
-De eso quería hablarte. Iba deprimido y apenas quería hablar. Después llamamos a sus padres para preguntarle que le ocurría.
-¿Llamasteis a sus padres?
Pregunte.
-Si Melina cielo.
Me dijo mi Madre.
-¿Pero que pasa? ¿Tan grave? Si esta tarde estuvimos juntos hasta las nueve cosa así. Y lo pasamos bien. 
Les dije.
-Ya lo se Melina. Pero lo que queriamos decirte es que hablamos con tu amigo. Al cual aprecio mucho por salvarte la vida. Pero que cuando le preguntamos no nos contestó, solo nos dijo que esto podría acabar pronto. Y decidimos llamar a sus padres.
Me dijo mi padre.
No se a que se refieren pero el corazón ya empezaba a latir más fuerte de lo normal, y me emepze a poner muy nerviosa.
-Papá, Mamá ¿Que quereis decir?
Mi tono de voz empezó a desvariar. 
-Cariño tengo que decirte que..cuando hablamos con sus padres.. nos digeron esto. 


-------------(Conversación entre mis Padres y los de Bleik)--------------
-Hola, Somos el Padre y la Madre de Melina. 
-Ah buenos días señores Stock. ¿Como les va?
-Bien, muchas gracias. Pero tenemos que preguntarles algo.
-Digan.
-Veras acabamos de ver a su hijo, que venia de nuestra casa. Bastante deprimido, y bueno según el no es cosa de mi hija por que lo pasaron bien y como su hijo me cae muy bien. Me preocupa y ¿Que les ocurre?
-Pues veras señor Stock pero..
-Llameme Carl.
-Bueno Carl... vera. Es que cuando vino mi hijo de la cita con su hija. Le contamos lo que pasa.
-¿Que les ocurre?
-A mi marido lo han despedido y yo estoy en paro. entonces no tenemos apenas dinero ni nada. ¿Sabe usted?
-Cuanto lo lamento Señor Harrison. Nosotros podríamos ayudarles en lo que quieran. Seria un pequeño agradecimiento por todo lo que hizo su Hijo por nuestra Melina.
-No se moleste Carl. Pero gracias. ya tenemos una solución. Aunque no es muy placentera.
-Si no es molestia. ¿Cual?
-Pues veras, mis Padres me han ofrecido ir con ellos a su ciudad. Allí dicen que hay mucho empleo y no nos vendría mal.
-Pero ¿Donde se van?
-Nos vamos a Canadá. ha un pequeño pueblo que hay a las afueras. 
-¿Que? ¿Cuando os vais?
-La semana que viene no, la próxima. 
-¿Pero ustedes han pensado en su hijo?¿Que pasara si lo separan de mi hija?
-No lo se. Pero así esta la economía. Debemos aguantarnos. Y mi hijo ya es mayorcito para entenderlo.
-Por favor! No lo es! Ustedes no pueden separarlos. Su hijo. Quiere mucho a mi hija y mi Melina también.! ¿No lo comprenden?
-Lo siento Carl. Pero está decidido. 
-Señor Harrison, Por la felicidad de mi Mel. Y la de su hijo, Si tengo que meterme en su vida. No dude que lo are. 
-Adios Señor Stock. 
....


-Y eso fue lo que pasó Melina.. Lo siento. 
Me dijo mi padre. 
Mi madre estaba llorando y mi padre tenía la cabeza agachada. 
-No.. No.. no Puede ser.
Empezaron a caerme las lágrimas por los ojos. A miles. Parecía un mar.
-Cariño lo siento. 
Me dijo mi madre. 
-No Mamá No! 
Dije llorando.
Entonces... ¿eso era lo que tan importante tenía que decirme Bleik? Por que no le escucharía.. No puedo perderle. ahora no. Me niego... no puedo..
-Aremos lo que podamos cielo.. Pero si no podemos hacer nada. No hay más remedio..
Me dijo mi padre.
-Papá, Mamá. No.. Puedo perderle.. 
-Melina..

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